El pasaje de Deuteronomio 6:4-9 es conocido como el «Shema», una de las oraciones más importantes en el judaísmo.
Estas palabras enfatizan la unicidad de Dios y establecen el amor y la devoción hacia Él como el fundamento de la fe y la vida diaria. Se insta a los creyentes a inculcar estos principios en sus hijos y a mantenerlos presentes en todas las facetas de la vida cotidiana. La repetición y la práctica constante de estos mandamientos tienen como objetivo integrar profundamente estos valores en la vida personal y comunitaria, asegurándose de que sean una guía constante y visible.
Al atar estas enseñanzas simbólicamente en el cuerpo y escribirlas en los hogares, se subraya la importancia de vivir una vida de fe activa y consciente, recordando siempre la centralidad de Dios en cada acción y pensamiento.










